Cuenta la historia que hace mucho tiempo en esa época en donde recién comenzaban a retoñar los campos, Sara con tan solo 11 años empezaba a darse cuenta que necesitaba una amiga alguien con quien compartir sus anécdotas y vivir aventuras, tanto así que el afán por conseguir una amiga la llevo por un lado equivocado, su soledad hizo que se dejara llevar por Carla la oveja negra de la familia más que eso del pueblo. Carla le ofreció un poco de aventura y alegría a la vida de Sara, pero ella no sabía lo caro que esta amistad le saldría. Empezaron a salir y a recorrer las calles del pueblo se contaban todo como lo hacen los amigos. Sara le contaba todas sus anécdotas y travesuras pero Carla siempre le daba la espalda y les decía todo a sus amigos de la escuela. Sara por no sentirse sola seguía cerca de Carla porque ella tenía todo lo que Sara quería en su vida pero ella no se daba cuenta que la amistad no solo eran alegrías y aventuras sino también tristeza, consejos, estar allí cuando la persona más lo necesita preocuparse y darle ánimo. Todo cambio cuando la decepción se hizo más grande Carla por su ambición empezó a amenazar a Sara y ella se sentía impotente y más sola que nunca. Es allí cuando llegan las personas de buen corazón Sara conoció a una nueva compañera la cual fue vital para su vida esta nueva amiga le demostró el verdadero valor de la amistad mientras que Carla no dejaba las amenazas y los atropellos hasta que un día Sara decidió darle punto final a la amistad con Carla y denunciarla por las amenazas gracias a la nueva amiga Sara pudo superar aquella mala experiencia y saber cuáles son los verdaderos amigos.
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